martes, 3 de junio de 2014

Los feminicidios; detonantes de una sociedad violenta.

Cada dos días, se comete un feminicidio en la Republica Dominicana, en promedio.

El término feminicidio se conoce en el país desde mediados de los años ochenta cuando el Movimiento Social de Mujeres comenzó a utilizarlo. Tras la realización del primer estudio sobre el feminicidio en la República Dominicana, a partir de una consulta en el país y con algunas de las feministas de la región, se optó por mantener este neologismo y conceptualizarlo como los asesinatos de mujeres por razones de género.

. El hombre violento, que maltrata física, verbal o emocionalmente, a una mujer, esta propenso a matar algún día, por lo tanto, mantiene una intención permanente y engañosa.

La violencia es un acto de maltrato que debiera estar ya erradicado  en sociedad como la nuestra "civilizada". Asombrosamente, se sigue actuando como si fuera el único medio, a través del cual muchos hacen oír su voz, mientras que quienes son afectados han de seguir aguantando.

La mayoría de los crímenes y agravios en la sociedad tienen como factor principal la manifestación de la violencia intrafamiliar. Se ve a diario cómo madres y padres dañan tanto física como psicológicamente a sus hijos,  viceversa, creando de ese modo personas violentas.


A partir de la promulgación de la ley 24-97, se introduce en el derecho penal dominicano la clasificación de la violencia contra la mujer, no obstante, los índices de violencia de género nos revelan fallas en el sistema, producto de que la aplicación de esta legislación se hace difícil por la falta de elementos efectivos dentro de la sociedad y del sistema de derecho.

La situación que presenta el feminicidio en nuestro país es grave. La taza de  femenicidios es alarmante, insólita en una sociedad que manifiesta tolerancia. Esto obliga a todas las instituciones a promover acciones desde la óptica de los derechos humanos de las mujeres, en el contexto de salud, justicia y sobre todo educación.  Las instancias de poder deben coordinar acciones con la sociedad civil para  organizar estructuras que, a corto, mediano y largo plazo, puedan dar respuesta al fenómeno de la violencia de género.

La violencia contra las mujeres se ha constituido en un elemento grave del sistema patriarcal, conforma la base del mensaje de socialización en la masculinidad y se manifiesta desde las maneras más sutiles (violencia verbal), violencia física (golpe) y hasta el asesinato de mujeres o femenicidio.

El 27 de enero de 1997, con la promulgación de la Ley 24-97, la República Dominicana se situó  entre los países de la región y del mundo que han modificado las legislaciones para favorecer a las mujeres.  

El feminicidio, sobrepasa el fraude del homicidio por las connotaciones asociadas a las diferentes violencias de género que establecen una incesante de violencia contra las mujeres, que va desde la violación sexual, la violencia doméstica y de pareja, el acoso sexual, el incesto, el uso de las mujeres en la pornografía, entre otros, como formas de la opresión hecha a las mujeres y teniendo en cuenta que estas modalidades son una propuesta unilateral del hombre a la mujer, desde el momento en que terminan con la vida de ella, se convierte en un femenicidio.

El flagelo del feminicidio, está presente en la categoría de machismo, es el resultado de una socialización en la discriminación y conforma una sintomatología socio cultural y económico complejo, basado en el poder del hombre frente a la mujer, caracterizando las violencias previas capaces de terminar en el crimen de una mujer. En consecuencia, se define siempre como asesinato, por la premeditación implicada y la característica de "muerte anunciada", sobre todo, en el caso de los feminicidios íntimos, tal y como sucedió el pasado jueves 22 “con el horrendo asesinato de la joven estudiante de 24 años de edad Patricia Paola Núñez López, un hecho que ha consternado los sentimientos de la sociedad puertoplateña en sentido general.

Abrigamos la esperanza que este hecho toque los corazones de todos y se empiece a cultivar: (el amor, respeto, compañerismo, tolerancia… entre las parejas. Hacer un pacto por un Puerto Plata mejor, más humano, más armonioso, meno violento.

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