La evaluación es un
diagnostico de la realidad en una institución.
Bien he sabido que, la calidad educativa es una de las expresiones
más utilizadas actualmente en el ámbito educativo, como el punto de referencia
que justifica cualquier proceso de cambio o programa de acción. En este
contexto la eficacia es uno de sus componentes, considerado de mayor
importancia y objeto de estudio desde hace década. Conseguir centros eficaces
es uno de los objetivos de la política implementada por el ministerio de
educación en la República Dominicana ;
como elemento esencial de calidad. En este sentido la evaluación de centros
representa un medio para un fin: lograr centros eficaces y de calidad a través
de un sistema que permita controlar, valorar y tomar decisiones en un proceso
continuo y sistemático que facilite un desarrollo progresivo en el logro de los
objetivos y de este modo avanzar y construir una educación de calidad.
En los últimos años se ha insistiendo a un proceso generalizado de
evaluación, que trasciende el ámbito de los aprendizajes, en muchos países y a
distintos niveles. Se produce un cambio fundamental, de tal forma que, aunque
los aprendizajes siguen ocupando un papel prioritario con nuevas alternativas y
avances producidos por las aportaciones metodológicas vinculadas a la medida,
se amplía el campo de evaluación abarcando sistemas, resultados, procesos,
práctica docente, profesorado, centros educativos, entre otros.
Por una parte, a nivel macro-educativo la evaluación de los
sistemas educativos experimenta un notable desarrollo. En relación a la
evaluación desde una perspectiva más microscópica: centros, profesorado,
procesos y práctica docente, es evidente que la literatura se ha ocupado de
estos temas desde muy diversas vertientes hace ya bastantes años. En nuestro
país la legislación educativa recoge esta demanda en su articulado y plantea la
evaluación como una necesidad de control para la mejora permanente de los
centros y de la calidad educativa.
Cabe destacar que existe una gran diversidad de modelos,
metodologías, procedimientos, instrumentos y, en definitiva, recursos técnicos
que permiten realizar procesos de evaluación más o menos comprehensivos para el
conocimiento, control y mejora racional de los mismos. A pesar de ello, es
obvio que no resulta fácil ni exento de problemas, como podemos observar de la
experiencia de otros países, pero es evidente que los estudios evaluativos van
paulatinamente resolviendo problemas técnicos con la investigación y desarrollo
de nuevas alternativas, a partir de las limitaciones y deficiencias
encontradas.
Consideramos, no obstante, la necesidad de que estos procesos se
universalicen, para lo cual es preciso generar y extender una cultura
evaluativo entre los
miembros de la comunidad educativa que enfatice por encima de todo el carácter
formativo de la misma y
contribuya a reducir la resistencia generalizada a estos procesos.
En este sentido la evacuación en los centros educativos debe:
1. Estimular la reflexión crítica en los responsables de la
elaboración y aplicación de los documentos planificadores del centro en lo
referente a la organización, el funcionamiento y los procesos educativos que se
llevan a cabo en el mismo.
2. Impulsar la innovación y la mejora de la práctica docente.
3. Incrementar la formación teórica y práctica del profesorado en
relación con la evaluación aplicada al alumnado, al centro y a la práctica
docente.
4. Realizar la valoración interna de los métodos, las técnicas y los
instrumentos utilizados por el propio centro para la recogida de información y
el posterior tratamiento de la misma.
La evaluación juega un papel preponderante en los centros
educativos, puesto que, sirven de parámetros para los planes futuros de la institución.
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