lunes, 25 de enero de 2016

LA EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES EN EL NIVEL INICIAL

La evaluación en el Nivel Inicial se concibe como procesual, globalizadora y participativa. Es un proceso sistemático y continuo de seguimiento y valoración de los componentes del accionar educativo en su conjunto y de manera particular del desarrollo y del aprendizaje de cada niño y niña.
La evaluación es parte de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y es el medio para mejorarlos. Implica un juicio valorativo, sobre la base de evidencias; sólo mediante una mirada amplia y adecuada se podrán tomar decisiones oportunas, así como realizar cambios y adecuaciones a la práctica del y la docente. Esta mejora continua contribuye al desarrollo de los aprendizajes en los niños y las niñas y permite conocerlos de manera particular, es decir, sus estilos de aprendizaje, sus intereses, necesidades y ritmos.
Un referente importante para la evaluación son las situaciones de aprendizaje, las cuales se diseñan de tal forma que permitan la conexión de los aprendizajes con el contexto sociocultural. De esta forma, la evaluación es recogida a través de la observación y el registro de los logros de aprendizajes
La evaluación es:



Procesual
• Los niños y las niñas no logran todo al mismo tiempo; es por esto que el educador o educadora evalúan de manera continua, realizando reajustes y adaptaciones para favorecer los logros esperados, sin enfocarse únicamente en los resultados finales.



Globalizadora
• Toma en cuenta las diferentes dimensiones del niño y de la niña: socioemocional, cognoscitiva, motora, de expresión y comunicación.
• La evaluación implica valorar conceptos, procedimientos y actitudes, que integrados constituyen la competencia.

Participativa
• Todos los que intervienen en el proceso de enseñanza y de aprendizaje tienen la oportunidad de valorarlo de manera crítica y propositiva: madres, padres, educadores o educadoras, directores/as, compañeros/as y el propio niño o niña.




Continua
• En diferentes momentos del año y del día, a través del desarrollo de las actividades, los educadores y educadoras dan seguimiento de manera permanente al niño y a la niña, observando y registrando los logros, dificultades y avances que van teniendo en su proceso de desarrollo y de aprendizaje.






Sistemática
• La evaluación se realiza de forma metódica, ordenada, utilizando diferentes técnicas e instrumentos.
• Al evaluar se obtiene información que permite conocer o detectar las causas que originan las dificultades y progresos de las niñas y de los niños, lo cual posibilita cambios oportunos en la práctica docente al favorecer diferentes situaciones de aprendizaje.



La evaluación es un proceso cíclico que se realiza ante cada nueva situación de aprendizaje. Se inicia con un diagnóstico, en el que se identifican las fortalezas y necesidades de los niños y las niñas, así como sus conocimientos previos e intereses. Otra de las funciones que cumple la evaluación aparece en el siguiente gráfico:


Funciones de la Evaluación
Diagnostica
Formativa
Sumativa
Qué evalúa
Qué evalúa
Qué evalúa
- Caracteristicas de los niños y niñas.
- Entorno familiar.
- Conocimientos y experiencias previas de los niños y niñas, y del grupo.
- Logros en los niveles de desarrollo y de aprendizaje con la finalidad de mejorar e introducir nuevas experiencias.  
- Éxitos y dificultades del proceso educativo.
- Resultados de aprendizajes en relación a las intenciones educativa propuestas.   

El carácter participativo de la evaluación hace posible que el educador o educadora implementen la heteroevaluación, recogiendo información acerca del grado de desarrollo de las competencias como resultado del proceso de enseñanza y de aprendizaje. Los niños y las niñas, a partir de los tres años, y de manera gradual, se inician en el ejercicio de autoevaluarse y evaluar a otros (coevaluación). La aplicación de la autoevaluación y de la coevaluación para los niños y las niñas de este Nivel contribuye al desarrollo de su autoestima, de sus niveles de criticidad y responsabilidad progresivos.
La coevaluación y la autoevaluación también se deben llevar a cabo entre el equipo de educadores/as, técnicos/as y directivos/as para evaluar sus prácticas y los distintos componentes del proceso de enseñanza: planificación, organización del espacio, organización del tiempo, estrategias y recursos seleccionados, entre otros.
Técnicas e instrumentos de evaluación en el Nivel Inicial
La evaluación permite obtener información, analizarla, valorarla, emitir juicios para la mejora de los procesos y la toma de decisiones.
Evaluar el desarrollo de las competencias supone usar técnicas e instrumentos diversos, acordes a la competencia que se pretende evaluar y en contextos similares a las situaciones reales que viven el niño y la niña.
A continuación se presentan las técnicas que se utilizan para evaluar el desarrollo y aprendizaje de los niños y de las niñas:

Observación
Permite al educador o educadora recoger informaciones del desempeño de los niños y de las niñas en diferentes momentos y contextos, tanto en actividades espontáneas, creadas por ellos y ellas, así como en el proceso de enseñanza y de aprendizaje.

Entrevista
Consiste en una conversación entre el educador o la educadora y la familia con un fin determinado. Este diálogo se conduce a partir de preguntas abiertas, previamente pensadas para recabar información sobre determinados conocimientos, procedimientos y actitudes, así como intereses e inquietudes que el educador o la educadora tienen del niño o de la niña.
Las entrevistas a las familias también contribuyen a fortalecer los apoyos mutuos en el desarrollo de los niños y de las niñas.

Revisión de producciones
El análisis de las producciones ofrece información valiosa sobre el proceso de desarrollo de las competencias de cada niño o niña. Evidencia los progresos de los aprendizajes, el desarrollo de diferentes capacidades y de otras formas de expresión.
A continuación se presentan los instrumentos que se utilizan para evaluar el desarrollo y aprendizaje de los niños y de las niñas:
Existen muchos instrumentos que se pueden utilizar para recopilar información sobre el avance y logros de los niños y de las niñas. El educador o educadora deberán seleccionar los instrumentos idóneos para su grupo y de acuerdo a su contexto y al momento o actividad. Es recomendable usar más de un instrumento para poder tener una visión global del proceso de aprendizaje.

Registro anecdótico
Sirve para recopilar acontecimientos, hechos, sucesos e informaciones relevantes acerca del desarrollo de los niños y de las niñas.
Se debe registrar el acontecimiento tal y como ocurre, haciendo una descripción con la mayor cantidad de detalles posibles, evitando juicios de valores o calificativos, así como inferencias apresuradas. Después de un período oportuno se analizan los resultados de la misma.
Se pueden registrar situaciones en las que el niño y la niña interactúen con sus pares, adultos o materiales del entorno, desarrolle actividades o realice alguna producción. Los registros anecdóticos pueden ser tanto individuales como grupales.

Portafolio
Es una selección lógica y ordenada de las producciones de los niños y las niñas. Se evidencian sus esfuerzos, progresos y logros. Es una colección sistemática y organizada de evidencias utilizadas por el educador, por la educadora, por el niño o la niña, u otros actores, para recoger informaciones relevantes sobre el proceso de desarrollo y aprendizaje.

Rúbrica
Consiste en una escala que describe los criterios para juzgar la calidad de una tarea realizada por el niño y por la niña; permite inferir acerca del nivel de dominio de determinados indicadores de logro o el alcance de las competencias.
Al diseñar y utilizar las rúbricas se incluyen los criterios de evaluación para cada indicador de logro, es decir, los aspectos que se consideran importantes.

Pauta de observación
Evalúa indicadores representativos registrando una observación de cada estudiante. La información recolectada debe ser cualitativa, ya que es aquí donde se diferencia de la lista de cotejo y sirve de complemento.

Registro de grado
Contiene diversos instrumentos que son utilizados para registrar información referida a datos personales sobre la vida del niño o de la niña, tales como nombres, fecha de nacimiento, edad, datos generales de salud, vacunación, características del grupo familiar, hábitos, expectativas de la familia, información sobre la regularidad en la asistencia del niño y de la niña, así como datos relacionados a los progresos en su aprendizaje.

Lista de cotejo
Consiste en una serie de indicadores relativos a características, aspectos y cualidades, respecto a los cuales interesa determinar el logro alcanzado por los niños y las niñas.
Este instrumento es apropiado para el diagnóstico, ya que permite al educador o la educadora identificar los conocimientos previos de los niños y las niñas.

Indicadores de logro
Para evaluar los aprendizajes de los niños y las niñas se establecen indicadores de logro. Éstos permiten confirmar si se han desarrollado las dimensiones (en el caso del primer ciclo) y las competencias específicas.
Los indicadores caracterizan la competencia y se refieren a sus aspectos clave. Ellos son pistas, señales, rasgos de la competencia que evidencian el dominio de la misma y su manifestación en un contexto determinado. Las actividades e instrumentos de evaluación estarán estrechamente relacionados con esos indicadores de logro.
El niño y niña irá evidenciando sus logros en cada dimensión (en el caso del primer ciclo) y competencia (en el segundo ciclo) en distintos momentos, acorde a su etapa y experiencias previas Es por esto que en las mallas curriculares propuestas por ciclo se han establecido los indicadores por niveles de logro, organizados según la progresión que se espera a lo largo del proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños y las niñas. Estos niveles de logro no corresponden necesariamente a una edad específica contemplada en el ciclo; son pautas que permiten determinar donde se encuentra cada niño o niña, así como el grupo, con las expectativas siguientes para poder diseñar estrategias apropiadas que promuevan el avance de cada uno a partir de sus conocimientos, capacidades y actitudes.
El educador o educadora debe tomar en cuenta los indicadores establecidos, para evaluar los aprendizajes y logros que respondan a las características individuales y grupales de los niños y las niñas, procurando a la vez el enriquecimiento de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
Los niños y las niñas tienen diferentes ritmos de aprendizaje, por lo tanto es importante que el educador o educadora, dependiendo del caso, realicen los ajustes curriculares que sean necesarios, respondiendo de manera oportuna a las necesidades y potencialidades de los niños y las niñas.

Comunicación de los resultados de la evaluación
Los niños y las niñas deben saber qué se espera de ellos y ellas en todo momento y los resultados de sus logros, participando activamente en el establecimiento de planes para continuar avanzando en su desarrollo. La retroalimentación ofrece al niño y a la niña información sobre su desempeño, motivándolos y motivándolas para que puedan dar lo mejor con orientaciones claras. Esto se puede hacer a través de ejemplos que sirvan como referencia, y de conversaciones con el niño y la niña en las que se revisen los indicadores, sus producciones, se hagan preguntas, se establezcan acuerdos, etc.
Los avances en el logro de los indicadores por parte de cada niño y niña se comunican a su familia, a través de los informes de desarrollo sobre el progreso de cada uno. Esto orienta a madres, padres, tutores y tutoras de los niños y las niñas sobre el nivel de logro de las competencias de acuerdo a su edad.

Al momento de comunicarse con las familias, es importante hablar con honestidad y transmitir con la mayor claridad posible el progreso del niño y de la niña, sus fortalezas y retos a afrontar. Es esencial usar un lenguaje adecuado y que transmita una visión positiva y de respeto a los derechos de los niños y las niñas. Esto repercutirá significativamente en la relación con la familia y la forma de ésta constituirse en un apoyo para sus hijos e hijas y para el centro educativo.
PERFIL DEL EGRESADO Y LA EGRESADA DEL NIVEL INICIAL


Los niños y las niñas egresados del Nivel Inicial se identifican y se valoran a sí mismo y a sí misma. Conocen y respetan su cuerpo y el de los demás, al tiempo que asumen progresivamente hábitos adecuados de higiene, de prevención y de alimentación para su auto-cuidado y preservación de su salud. Son alegres; juegan y se divierten. Autónomo y autónoma, con iniciativa propia; pueden tomar decisiones, de acuerdo a su edad, según situaciones de la vida cotidiana que se les presenten, teniendo capacidad para asumir sus derechos y deberes.
Son niños y niñas seguros y seguras de sí mismo y de sí misma, que establecen relaciones y vínculos de afecto con su familia y la comunidad; se integran y manifiestan interés en participar en diversas actividades, trabajos en grupo, respetando normas y valores para una sana convivencia que fomenta una cultura de paz. Son capaces de identificar costumbres y hechos de su comunidad para afirmar su identidad, y a la vez respetar la diversidad cultural. Son un niño o niña que se sienten ciudadano y ciudadana, agentes activos y participativos de la sociedad. No sólo reproductores de cultura sino creadores de cultura.
Tienen capacidad de expresar de forma espontánea sus pensamientos, sentimientos, necesidades y experiencias de manera corporal, gestual, oral, escrita, gráfica y simbólica en intercambios de todo tipo con personas diversas; todo ello mediante la incorporación, de manera progresiva, de palabras propias de su contexto, en su lengua materna, en otras lenguas y códigos variados.
Reciben, interpretan y producen mensajes mostrando la comprensión de su realidad, enriqueciendo su expresión oral y escrita de manera progresiva.
Utilizan diferentes lenguajes artísticos para comunicarse y aprehender la realidad, como por ejemplo las artes visuales, las artes escénicas, las artes aplicadas y la música. Así, poseen una sensibilidad estética y son capaces de apreciar las manifestaciones artísticas no sólo para su disfrute, sino también para la producción.
Usan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como herramientas para la construcción de sus aprendizajes.
Poseen dominio de su esquema corporal y las posiciones espaciales que les permiten orientarse y desplazarse en el medio que les rodea con un adecuado desarrollo de su motricidad gruesa y fina. Alcanzan un logro gradual de su lateralidad.
Tienen capacidad para utilizar los sentidos que les permiten la exploración y reconocimiento de los objetos, personas, animales y plantas, mediante la identificación, formulación de hipótesis cada vez más elaboradas, y teorías sobre posibles resultados y relaciones de causa-efecto.

Utilizan destrezas de pensamiento. Usan y organizan su razonamiento en forma lógica y creativa para intentar interpretar y explicar la realidad; pueden resolver problemas y situaciones que se les presenten; asumen una actitud crítica frente a la realidad y el mundo circundante.

Conocedores de su medio natural y social, muestran interés y respeto por el medio ambiente; establecen, a su vez, relaciones entre los diferentes elementos, objetos y fenómenos de la naturaleza para una mejor comprensión del mundo así como para desarrollar su curiosidad.
Diseño Curricular del Nivel Inicial

NATURALEZA DEL NIVEL INICIAL
El Nivel Inicial abarca la atención y educación que se ofrecen a los niños y las niñas desde el nacimiento hasta los 6 años desde distintas estrategias. Propicia la formación integral de los niños y las niñas al promover el desarrollo de las competencias fundamentales y el despliegue de sus capacidades cognoscitivas, de lenguaje, físico-motriz y socio-emocionales.
Los primeros años de vida del niño y de la niña son decisivos, por lo que una educación adecuada es vital para su desarrollo integral como personas y para su capacidad de integración al contexto sociocultural en el que se desenvuelven. En esta etapa se estructuran las bases neurológicas, físicas, cognitivas y psicológicas de la persona, que estarán presentes a lo largo de la vida y que se consolidan en sucesivas etapas de desarrollo. En este proceso son fundamentales las experiencias y las oportunidades de relacionarse con su medio y con las personas que le rodean.
La atención y la educación en la primera infancia se conciben desde un enfoque de integralidad y de derechos, orientadas sobre principios de atención a la diversidad y de inclusión, logrando a su vez la plena participación y aprendizaje de todos los niños y niñas, sea cual sea su condición social, cultural e individual. Asimismo, se considera necesaria la participación de la familia y de la comunidad, como actores y escenarios naturales para el desarrollo y el aprendizaje de los niños y niñas en esta etapa.
El contexto en el que se desenvuelven los niños y las niñas de estas edades, así como su desarrollo y desempeño en su medio natural y social, es impactado por las transformaciones socio-económicas, científicas y culturales de la vida actual. Es necesario asumir una concepción de un niño y de una niña con grandes potencialidades, capaces de imaginar, crear, cuestionar, plantear soluciones, colaborar, entre otras habilidades que les permitirán superar con éxito los retos y desafíos que enfrentarán a lo largo de su vida.
El Nivel Inicial propicia el desarrollo integral y el logro de aprendizajes significativos en todos los niños y las niñas, lo cual posibilita la construcción de conocimientos mediante la participación en experiencias ricas en oportunidades. Esto se logra con una labor educativa que promueva la interacción de la niña y del niño con el mundo físico o natural, en el contexto sociocultural, así como con sus pares y personas adultas, priorizando el juego como estrategia por excelencia en este Nivel.
En lo relativo al desarrollo de valores y actitudes, éste se da en las experiencias de socialización que se promueven, en las cuales el niño y la niña van trabajando la diferenciación entre el yo, y los otros y las otras, a través del desarrollo de sus apegos y la autonomía. Los niños y las niñas inician la construcción de su identidad al identificarse con la cultura de la familia, de su espacio escolar, de la comunidad y del país.
La oportunidad de participar en programas de atención y educación de calidad en los primeros años repercute positivamente en el desarrollo humano y social de la niñez y de las comunidades, favoreciendo una inserción adecuada en la sociedad.

ORGANIZACIÓN DEL NIVEL INICIAL

El Nivel Inicial es el primer tramo de la estructura académica del Sistema Educativo dominicano y se organiza en dos ciclos atendiendo al desarrollo de los niños y las niñas; un primer ciclo que abarca desde el nacimiento hasta cumplir los tres (3) años, y un segundo ciclo que comprende desde los tres (3) años cumplidos hasta los seis (6) años.
Esta división obedece al ritmo de desarrollo que hasta los tres (3) años se presenta en los infantes, porque durante el mismo se consolidan procesos biológicos, cognitivos y socio-emocionales que comienzan desde la concepción, y porque estos mismos procesos adquieren otros énfasis. A partir de los tres (3) años, los niños y las niñas inician nuevos procesos que adquieren otra dimensión al ingresar en la Educación Primaria.
Los diversos estudios e investigaciones en el campo de la neurociencia y la psicología evidencian que durante los primeros años de vida el cerebro pasa por una serie de cambios extraordinarios que son determinantes en el posterior desarrollo y aprendizaje a lo largo de la vida (Fujimoto, 2001). Los científicos han descubierto que los primeros tres (3) años de vida son fundamentales para que se produzcan las conexiones necesarias en el cerebro que permitirán el aprendizaje y procesamiento de información.
La organización por ciclos permite establecer rangos amplios de desarrollo que respetan los procesos de crecimiento y aprendizaje continuo, en los cuales se diferencia una gradualidad que va a estar determinada por los logros de aprendizaje esperados en cada etapa, siempre respetando el ritmo individual de cada niño y niña.
Las educadoras y los educadores y la familia deberán asumir los logros esperados en cada ciclo, como orientaciones para la toma de decisiones pedagógicas, sin que se restrinja el potencial de los niños y de las niñas en ninguna de las edades.
Las experiencias estables, ampliadas, oportunas y pertinentes en todas las áreas del comportamiento humano contribuyen a la formación de la estructura cerebral de los niños y de las niñas desde el nacimiento hasta los seis (6) años (Peralta, M.V., 2008). En el ámbito del aprendizaje esto tiene especial importancia, pues fundamenta el principio del mismo a lo largo de la vida.
Al momento de implementar el currículo se organizan los niños y las niñas de acuerdo a las estrategias de atención y al contexto. Para todos los grupos se considerarán las características propias de los niños y de las niñas, tomando en consideración las diferencias individuales, mostrando apertura y disposición de acogida ante las manifestaciones distintas, con actitud de atención a la diversidad y enfoque de inclusión.

Primer Ciclo

Este ciclo comprende la etapa desde el nacimiento hasta los tres (3) años, período en el cual es importante una intervención oportuna que apoye los cambios asociados al desarrollo, así como al proceso de descubrimiento progresivo del medio natural y social.
En estas edades el cuidado, el vínculo afectivo, la formación de hábitos de alimentación, de higiene y de socialización, el respeto al ritmo biológico, el desarrollo del lenguaje y el ritmo individual son fundamentales para asegurar el desarrollo adecuado del niño y de la niña. La intervención educativa se dirige a propiciar espacios, tiempos y recursos que posibiliten la exploración, observación y el desplazamiento para descubrir y conocer el mundo que les rodea.
Las estrategias de atención en estas edades involucran a la familia, la comunidad, organizaciones no estatales y el Estado, quienes trabajan de forma articulada para asegurar servicios de calidad dirigidos a este grupo etario.

Segundo Ciclo

Este Ciclo comprende la etapa desde los tres (3) años cumplidos a los seis (6) años, en la cual se continúa avanzando en el dominio del lenguaje, logrando cambios significativos en el desarrollo de la comunicación oral y escrita. Se evidencia una mayor autonomía como parte del proceso de socialización, así como un desarrollo físico que implica movimientos más seguros y coordinados. Se considera la interacción con otros y otras como parte importante del proceso de aprendizaje.
En esta etapa se potencializa el desarrollo integral desde las múltiples experiencias en que se van involucrando los niños y las niñas, a través de las cuales van logrando una mayor apropiación de su medio natural, social y cultural. El niño y la niña sienten necesidad de expresarse y comunicarse intencionalmente a través de gestos, dibujos, el juego y la palabra.
El desarrollo moral cobra especial importancia en este período. El pensamiento del niño y de la niña se caracteriza por ser imaginativo y rico en fantasías. Se inicia el razonamiento, con la utilización de una lógica rudimentaria y se operan importantes cambios en el orden de la construcción de las nociones de espacio, tiempo y causalidad.
El currículo de la Educación Inicial propone acompañar a los niños y las niñas en su proceso de desarrollo integral, con el propósito de promover las competencias fundamentales formuladas en el currículo de la República Dominicana: Competencia Ética y Ciudadana, Competencia Comunicativa, Competencia Pensamiento Lógico, Creativo y Crítico, Competencia Resolución de Problemas, Competencia Científica y Tecnológica, Competencia Ambiental y de la Salud Para la organización del Nivel, se han establecido grados que conforman cada ciclo, según como se presentan a continuación:

Primer ciclo:
• Maternal (45 días a 11 meses)
• Infantes (1 año a 1 año y 11 meses)
• Párvulos (2 años a 2 años y 11 meses)

Segundo Ciclo:
• Pre-Kínder (3 años a 3 años y 11 meses)
• Kínder (4 años a 4 años y 11 meses)

• Pre-Primario (5 años a 5 años y 11 meses)

Diseño Curricular del Nivel Inicial

Fundamento del Currículo  I y II
El Himno Nacional, distinción de una Nación
Un himno, es un canto o texto narrativo que, expresa emociones positivos, de alegría y celebración. En un principio fue una composición coral, para después perpetuarse como género de poesía latina.
El himno nacional es, en la mayoría de los casos, una composición musical patriótica aceptada por el gobierno de un país como la música oficial del Estado.
En general, los himnos nacionales tratan de reflejar la unión, el sentimiento de solidaridad y la glorificación de la historia y las tradiciones de un país. En muchos casos, no fueron escritos con ese objetivo, sino que adquirieron esa función después de conmemorar algún acontecimiento histórico o militar, especialmente durante el despertar del sentimiento nacional de los siglos XVIII y XIX.
Durante los siglos XIX y XX, con el crecimiento del número de países independientes, muchos de ellos adoptaron himnos nacionales que, en algunos casos, coexistían con canciones populares de carácter patriótico utilizadas.
Algunos himnos nacionales se cantan en ferias o fiestas y han venido a establecer también una fuerte relación con eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos. En los partidos oficiales de pelotas, baloncesto y otras disciplinas deportivas, el himno se canta antes de comenzar, generalmente en versiones reducidas.
En algunos países, el himno es tocado todos los días, antes de comenzar las clases en las escuelas, en las instituciones publicas y en algunos casos en instituciones no gubernamentales.  

DIEZ MÁS BELLOS HIMNOS NACIONALES DEL MUNDO


https://www.youtube.com/watch?v=9HFQ_GrFFLA