¿Qué es
el Dengue?
El dengue, es una
enfermedad viral aguda que puede afectar a personas de cualquier edad, siendo
más susceptibles los niños y las personas mayores y cuyo vector o agente
transmisor es el mosquito Aedes aegypti.
Existen cuatro serotipos de virus del dengue designados con las abreviaturas DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4 que son causantes de dos tipos de cuadros clínicos: la fiebre por dengue, que es el cuadro clínico habitual, anteriormente conocido como dengue clásico; y el dengue hemorrágico o fiebre hemorrágica por dengue, que es menos frecuente pero mucho más grave.
Síntomas del dengue
Los síntomas
del dengue se inician después de un período de incubación que puede
variar de cinco a ocho días tras la picadura del mosquito. Habitualmente cursa
con fiebre alta que se inicia de forma repentina y se acompaña de dolor de
cabeza intenso, dolor alrededor de los ojos y parte inferior de los globos
oculares, cansancio y dolor en músculos y articulaciones.
Al tercer
día de la fiebre, muchas veces aparece irritación por el cuerpo, es decir, una
erupción generalizada de color rojizo, que dura unos dos o tres días. También
puede haber náuseas, vómitos, pérdida del apetito o dolor de garganta. La
fiebre usualmente dura hasta una semana y suele ser intermitente.
Diagnóstico
del dengue
Lo más importante para poder hacer un
diagnóstico de dengue es la clínica del paciente, interrogarle sobre viajes a
zonas endémicas y exposición a picaduras de insectos. También es fundamental
descartar otras enfermedades tropicales, principalmente la malaria o paludismo.
Inicialmente se suele hacer un análisis de
sangre llamado hemograma para ver los glóbulos blancos, los
glóbulos rojos y las plaquetas. En los pacientes con dengue es característico
ver una disminución de los glóbulos blancos (leucopenia) y de las plaquetas (trombopenia). También
es importante determinar el hematocrito, que es el
porcentaje del volumen de la sangre que está compuesta por glóbulos rojos. Si
el hematocrito se eleva se llama hemoconcentración, que
es un signo de deshidratación del paciente y de salida de líquidos de los vasos
por aumento de permeabilidad de los capilares, lo que puede ser indicativo del
inicio del dengue hemorrágico. En el análisis de sangre también se puede ver
una elevación de las enzimas hepáticas conocidas como transaminasas y, especialmente en el dengue
hemorrágico, una alteración en las pruebas de la coagulación de la sangre.
Prevención del dengue
No existen vacunas profilácticas
contra el virus del dengue y las personas que ya han tenido la infección pueden
volver a contraer la enfermedad si son picados de nuevo por un zancudo portador
del virus.
Las recomendaciones para no contraer
la infección están dirigidas principalmente a evitar la picadura del mosquito,
para lograr esto, en el caso de las personas que habitan de forma regular en
áreas endémicas, deben procurar interrumpir el ciclo reproductivo del zancudo
eliminando los lugares donde pone sus huevos, principalmente los recipientes
que puedan acumular agua que puede haber en las casas o en los alrededores.
Igualmente deberán cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de animales
y floreros, tapar los recipientes con agua, y colocar tela metálica en las
ventanas y puertas.
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