Batalla del 30 de Marzo, en Santiago
Teodoro Stanley Heneken dio la noticia del avance haitiano hacia
la hoy ciudad corazón, Stanley comerciante ingles que vivía en Santiago se
encontraba en Cabo Haitiano cuando se movilizaban las tropas para la invasión.
Este comerciante viajó a escondidas a Santiago y pudo dar la voz
de alarma, después de correr grandes riesgos en la travesía. Por eso los
dominicanos tuvieron tiempo suficiente para preparase contra la invasión que se
aproximaba.
Las tropas haitianas llegaron a Santiago en horas vespertinas el
30 de marzo e inmediatamente se dispusieron a tomar la ciudad por asalto en un
ataque de formación abierta y con el Río Yaque del Norte a sus espaldas.
Como la ciudad de Santiago quedaba en un promontorio de difícil
acceso desde donde se divisaba todas las operaciones de los haitianos dada las
circunstancias de este factor favorable la lucha fue fácil para los
dominicanos, quienes desde varios fuertes y trincheras improvisadas utilizaron
su artillería y su infantería contra los haitianos produciendo una enorme
masacre entre tropas extranjeras.
El combate duro toda la tarde de ese histórico 30 de Marzo, en donde
los haitianos sufrieron una bajas de 715
y los dominicanos solamente una.
Al final de esta disímil batalla, el comandante haitiano, el
general Pierrot, pidió una tregua para que les permitieran recoger del campo de
batalla sus muertos y heridos y tratar de llegar a un entendido con los
jefes militares dominicanos.
Una comisión bajó a conversar con el abatido General Pierrot
llevando consigo, los de la comisión, un dictamen que había sido emitido en
Santo Domingo en el que textualmente decía que el presidente Hérard había
muerto en combate el 19 de marzo, en azua.
Este documento fue mostrado al general Pierrot, quien frente a la
gravedad de la noticia, este se lleno de temor y pensando en los problemas de
la sucesión presidencial en Haití, decidió esa misma noche levantar el campo y
retirarse al otro día con sus tropas derrotadas a su país, abandonando incluso
muchos de sus heridos.
Nuestro país ha librado muchas batallas contra el vecino país de Haití,
no podemos dejarnos mancillar por nadie. “La Republica Dominicana
ha de ser libre y Soberana de toda potencia extranjera…”